Bastante revuelo ha causado en el mundo de las letras panameñas el hecho de que el concurso de Octavio Méndez Pereira, además de declararse desierto este año por falta de méritos en las obras enviadas, pues, una de las pocas que merecieron ser comendadas, se descubrió que, aunque siendo publicada se envió para ser considerada en el premio, cosa que claramente contraviene las bases de este benemérito premio a la excelencia en las letras.
Me a tocado leer en otros medios palabras como, viveza o que pesco en rio revuelto, mas que juzgarlo por lo ocurrido, me alegra que como lectores hayamos sido lo suficientemente detallistas para enterarnos del entuerto y hacerlo viral.
Imagínense que el escenario hubiera sido diferente y que, en vez de una mención, se tratase de un galardonado que a todas luces violo las bases del certamen, pues tan sencillo seria que se le retire el premio con el escarnio consecuente, situación en la que me aventuro a pensar que nadie desearía estar envuelto.
No puedo culpar al jurado, porque se le pasara tal detalle, después de todo son humanos y no se puede estar pendiente de todo, aun así, creo que debería haber un medio para verificar detalles como este antes que futuros entuertos nos vengan a halas los dedos en nuestros sueños futuros.
Como sea este incidente deja a la luz, las falencias de la comunidad de escritores criolla y lo faltos de mejor edición en nuestros escritos, así como una mejor atención y respeto a los detalles de los concursos literarios donde nos dé por participar.
Estamos advertidos.
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